Conclusiones inconclusas

Cuando nací, muy rápido crecí,
Y en ese crecimiento aprendí lo que era el aburrimiento.
Cuando alcancé la madura edad de 4 años empezaron las responsabilidades,
Y cuanto más tiempo pasaba más penalidades.
Primero la guardería, luego la educación general básica...que perrería.
Dicen que mi naturaleza es apática, pero antes de aprender estupideces prefiero comer maleza y decir sandeces.
Y para acabar, pues quiero descansar,
Decir, o mas bien expresar,
Que mi universidad es la existencia, pues sobra ciencia, y en consecuencia
Mi rama es el conocimiento, y en eso no miento
Que para marrana, la raza humana.

Belleza primaria

Un camino de luz se abre al terminar cada vigilia,
Una luz de esperanza siempre cambiante que aparece por doquier.
La risa de un niño, el vuelo de los pájaros, la matutina pereza,
Aparentemente mundano y cotidiano, así es la belleza.
El rustico camino de tierra, el sol que se pone en el horizonte,
Así es la inspiración divina y la humildad primigenia de tiempos lejanos y presentes,
En una memoria colectiva que nadie ha visto y todos sienten.

El final de un largo viaje

El viajero caminaba en la fría y tormentosa noche como un alma en pena. La gente le veía pasar, apesadumbrado, y giraban la cabeza ante el desgraciado vagabundo, que indiferente a todo seguía su camino, como el tiempo al que nada puede detener.
Los grises adoquines y la fría lluvia eran su única compañia en este mundo, mientras fascinado miraba con ojos vidriosos hacia el firmamento.
"Te querré siempre", susurraba a las estrellas mientras su pulso se debilitaba.
Muchos años habian pasado desde que vió a su amada por última vez, en una vieja cama destartalada.
"Volveremos a vernos, pues estaré en el cielo esperandote", le dijo ella. Fueron sus últimas palabras antes de iniciar el último viaje, un viaje sin retorno.
"Nos veremos siempre", contestó el viajero cuando su amada falleció, dejando atrás a su amor y
a una vida de miserias.
Veinte años han pasado desde que me dejaste, pero muy pronto volveremos a estar juntos", pensaba él para sus adentros.
el viajero seguía caminando, tosiendo mientras se le escapaban sus últimos momentos de vida, una vida errante desde que su amor voló para siempre.
Viendo que el anhelado momento llegaba, y embargado por una profunda felicidad, dijo sus últimas palabras con la mirada dirigida a las estrellas, sus únicas compañerasen una vida solitaria y errante que ya acababa, y estas fueron: "Nunca te he perdido de vista".

A ti, mi querida desconocida

Con la piel tostada aconteces en mi vida, como un espía benefactor. Me sonríes, cómo la primera sonrisa de una vida, de la primera vida que vio la luz, después de la eterna oscuridad.
Con la mirada complaciente de una madre al hijo que da sus primeros pasos, mi alma se agita y mi corazón traquetea ante ese resplandor que emites.
Al despertar no te veo, hasta que me doy cuenta que te tengo dentro de mí, pues habitas en las profundidades de mi corazón y de mi alma, donde nunca saliste.

Creatividad dirigida

Debido a esa acumulación de creatividad que me invade después de tanto tiempo sin ser evacuada, ha acabado escapandose de la debil prisión en que se encontraba recluida, saliendo como el agua en la presa que no puede contenerla.
sin más dilación, me dispongo a dejar una parte de mi ser en cada uno de los poemas, que son creados por una mente sojuzgada por un espiritu desbocado y ávido por ver la luz, una luz que no volverá a apagarse jamás.